Se cumplen 10 años de la retirada de Rafa Pascual, el que fuera nombrado mejor jugador de voleibol del mundo durante el Mundial del 98 en Japón. Una década desde que el segundo deportista español con más internacionalidades dejase un poco huérfano a su deporte.

Echamos por ello la vista atrás y acompañados del ex voleibolista nos vamos de viaje a ese momento clave en la vida de todo deportista profesional.

Nos cuenta, no sin un deje de sorna, que, a su deporte, cuando él comenzó a jugar, le llamaban balonvolea. Con eso nos sitúa rápidamente en sus inicios, que tuvieron que superar las reticencias de unos padres que, comprensiblemente allá por los años 80, dudaban que dedicarse a un deporte desconocido fuese una buena salida profesional. Por suerte para Rafa y para el mundo deportivo, supieron ver que la felicidad de su hijo iba pareja a sus tiempos en la pista. El resto, es historia.

Una historia deportiva longeva, todo sea dicho, ya que la decisión de retirarse la toma un día, en la terraza de su casa, a los 42 años… Otro logro más que sumar a todos esos trofeos que acumula en algún lugar de su casa, aunque no sepa muy bien dónde están… 😉

A pesar de tener un contrato vigente cuando tomó esa decisión, supo con claridad que el momento había llegado. Nos describe esa toma de decisión como serena, tranquila y meditada. La competición había dejado de ser lo que era, no conseguía los resultados a los que estaba acostumbrado, cuando competía ya no encontraba a ninguno de sus excompañeros o ex contrincantes y comenzó a acusar el cambio en el vestuario, donde el 80% de sus compañeros tenían entre 19 y 22 años. Señales claras que supo ver e interpretar.

Pero esa no fue la única vez en la que la sombra de la retirada planeó cerca. En una carrera larga hay momentos críticos, y él suyo llegó justo cuando estaba en la cúspide de su carrera. Tuvo lo que él llama “un fuerte bache en su forma física, mental y anímica”. Se llegó a plantear si tenía sentido seguir. ¿Qué te queda por hacer cuando te han nombrado mejor jugador de voleibol del mundo? ¿Cuándo has sido Olímpico? ¿Cuando has vestido la camiseta de la selección nacional durante más de 20 años? De viva voz os los cuenta aquí :

Remontó el vuelo y decidió que no iba a dejar su deporte así, de la noche a la mañana. Y fueron 12 años de competición de alto nivel los que transcurrirían antes de que el día de la retirada realmente llegara.

Rafa dice las cosas como las siente. Y las siente con fuerza. Con esa misma fuerza con la que lanzaba y anotaba tantos. Y afirma que ningún deportista lo pasa bien cuando cierra esa puerta tras de sí. Y que son pocos los que tienen claro lo que quieren hacer el “día después” o se han preparado adecuadamente para esa transición. Él sabía que quería dedicarles tiempo y seguridad a su familia y esa era su única certeza.

Se reincorporó al mundo laboral como Coordinador de Deportes en la candidatura olímpica de Madrid 2020 tan solo seis meses después de haberse retirado. Pero es muy consciente de que esa no es la realidad de muchos deportistas, y aprovecha para lanzar una llamada de atención al mundo empresarial: “Soy un gran defensor del deportista en el plano humano. No es verdad que solo sabemos hacer deporte. Al contrario, hacemos deporte porque somos de una manera concreta. Esos valores deportivos de los que tanto se habla, léanse el compromiso, la disciplina etc. no desaparecen cuando se retira  un deportista, y aplicados a cualquier otro trabajo son únicos”. Puntualiza que cuando uno no está preparado, necesitará aprender si no se ha formado antes. Y que es necesaria una adaptación. Pero lo de trabajar duro el deportista lo lleva en el ADN.

“La adaptación es compleja y son muchos los frentes abiertos. Al deportista se le ha cuidado y facilitado el que pueda dedicarse de lleno a su carrera, pero eso tiene su lado oscuro. De repente te encuentras a una cierta edad no sabiendo cómo pagar un impuesto del coche, mirando a tu alrededor y planteándote …pero ¿qué he hecho en mi vida? Toca aprender a marchas forzadas y recordar que sí se ha hecho mucho. Llevar a tu deporte a las cotas más altas, ayudar al equipo a lograr victorias, hacer que el público disfrute, darlo todo. Hay que ponerlo en valor a la par que mirar hacia delante”. Como dice Rafa “hay que seguir currando. No llegaste a ser quien fuiste sin trabajo duro. Ahora toca más de eso mismo…”.

Cuando hablamos de su actual función como asesor financiero, saltan como un estertor su competitividad y su exigencia “¿Número 1 de solo una cosa…? ¿Y ya? ¿Habrá que seguir intentando ser de los mejores en lo que sea que haces luego también?” Merece la pena escucharle a él…

Sabiendo lo que sabe hoy, habría agradecido formación financiera durante su etapa deportiva para poder gestionar su patrimonio de otra manera, nos cuenta. Y le retamos a decirnos que es lo que él, varita mágica en mano, haría diferente para facilitar la retirada del deportista…Y una vez más habla alto y claro.

“Qué difícil…con varita o sin ella. El cambio es complejo, pero creo que todo pasa por comenzar temprano a formar a esos deportistas para la vida. En cómo gestionar sus finanzas, en lo que hay que hacer (aunque no necesites hacerlo durante un tiempo porque te ayudan) y facilitar ese tiempo de adaptación a la “otra vida”. El cambio es enorme en todos los aspectos, y necesitas poder aclimatarte, decidir hacia dónde ir, y pulir lo que sea necesario para poder continuar hacia otro objetivo. Esperar que al día siguiente se sea el nº 1 de esa nueva profesión es un peso enorme y una presión innecesaria a la vez que injusta. Durante un período de tiempo las instituciones deportivas deberían poder ayudar al deportista. Hoy por hoy estamos solos”

Despedimos nuestra charla con una confidencia suya: “Yo he tenido solo un secreto. He querido y respetado a todo el mundo que estaba a mi alrededor durante mi carrera deportiva. En los momentos de triunfo y en los de la derrota (porque estar cuando alguien es famoso es sencillo). Y cuando se triunfa, hay que ayudar a que los demás triunfen. A mí me han dado oportunidades después por cómo traté en su día a la gente…estás ahí para y por ellos. No se ha de olvidar. “

Terminamos este viaje al pasado mirando hacia el futuro, esperando que tanto instituciones deportivas como el mundo empresarial recojan ese guante que Rafa lanza. Un placer haber podido contar con tu visión. ¡Gracias Rafa!