Antoine es una de esas personas a las que lo que está por llegar le llena de energía. Hoy por hoy no necesita certezas ni objetivos concretos para sentirse vivo, sino poder dar rienda suelta a su curiosidad y explorar los muchos y muy diversos ámbitos que le atraen. El arte, la filosofía, los avances tecnológicos aplicados al deporte…todos forman parte de su vida y todos tienen cabida, y le queda espacio para aquello que aún no ha descubierto. Su entrega al «120%» al baloncesto durante su larga trayectoria profesional probablemente sea la clave que explique este cambio de paradigma…
De “Le roi”, como cualquier fan del basket conocerá a Antoine, destaca su forma directa, a la vez que amable, de comunicar – “no soy mucho de mirar hacia atrás”, nos adelanta. Pero las primeras veces siempre azuzan la curiosidad, esa parte tan integral de su personalidad, y la casualidad quiere que esta sea la primera entrevista que le hacen con foco en su retirada deportiva…por lo que nos sumergimos en esa vivencia tan personal sin más preámbulo.
Nos habla de no necesitar especializarse en ningún área, porque ya vivió la especialización máxima durante su época de jugador. De no buscar liderar un proyecto profesional, porque ya ha experimentado en profundidad lo que significa ser capitán de equipo. De no exigirse perfeccionismo en cada cosa que hace, como cuando su objetivo constante e inequívoco era ganar en la cancha. Una dosis sana de autoexigencia ha venido a suplirlo. De no ansiar volver al rol de empleado, porque eso también ha recibido ya su “tic” de «vivencia completada» también.
Su transición profesional le ha llevado con paso seguro al lugar en el que se encuentra ahora, donde opta ser un colaborador valorado por y valioso para los proyectos profesionales con los que elige asociarse, mientras mantiene su libertad de movimientos. Su “bucket list” es inacabable…
No hay lugar para la duda cuando tiene que definir su retirada. La asocia a una sensación de “alegría”, de “zen”, de “curiosidad” y de “proyectos nuevos”, que resume en una oportunidad de “desarrollo personal”. Para Antoine, despedirse del baloncesto profesional no significó cerrar una puerta, sino la apertura de una nueva a un sinfín de experiencias por vivir.
Pero un cambio tan drástico no se transita con tanta tranquilidad sino confluyen unos factores muy concretos. Por un lado, su integridad para consigo mismo, su afición, equipo y club le marcó casi de un día para otro el momento de poner un punto final. Fue consciente de su cansancio mental, del impacto de su lesión, de no poder dar ese 120% que siempre había dado. Y dar menos que eso simplemente no era una opción para él. Fue coherente con el “pacto de caballeros” que había firmado consigo mismo mucho tiempo atrás: sería él quien decidiese cuando marcharse, y sería en un momento de gran nivel. Fue «dixit, et facta».
Por otro lado, el haber tenido en el radar de forma constante la importancia de asegurarse una tranquilidad financiera, le permitió poder pasar página sin el stress asociado a unas finanzas poco saneadas. Nos cuenta lo mucho que le influyeron su Club y su familia cuando comenzó a jugar en este aspecto…la consigna era clara: un 25% de los ingresos estaban disponibles, y el resto iba a una cuenta de ahorros. Aún hoy siente gratitud por esa orientación. También por haber sido “cariñosamente obligado” a terminar su bachillerato, por haber estado cerca de su familia durante esos años en los que es fácil desorientarse, por haber aprendido la importancia de tener los pies en la tierra…
Quizás el tercer factor fuera el determinante…Antoine siempre tuvo claro desde el inicio de su carrera que llegaría un día en el que esta finalizaría . Cuando se es tan consciente de este hecho, el resto tiene lógica: su compromiso máximo con el baloncesto, su autoexigencia para ser su mejor versión en cada momento, su foco durante casi todas las horas del día en aprender y mejorar…y su aceptación de que había llegado momento de colgar las botas cuando ya no pudo cumplir con lo anterior. Sin ningún drama.
Antoine Rigaudeau es de naturaleza generosa, y a sabiendas de que vamos a recibir un sí, le pedimos que les comparta a los deportistas en activo sus claves para poder tener una transición tranquila como la suya. Y nos las resume en ser coherente con quién uno es sin intentar ser quien los demás esperan, hacer un buen trabajo de autoconocimiento, aprovechar las oportunidades de networking que te ofrece el deporte profesional y trabajar mucho la apertura de mente.
Se nos quedan varios temas muy interesantes en el tintero, porque una conversación con Antoine se convierte rápidamente en una charla filosófica de lo más interesante. Pero si sigues sintonizando con nosotros, pronto tendrás acceso a esos video-clips 😉 .
Merci mille fois a Antoine desde Themoove. Entendemos porqué sigue siendo tan querido y respetado dentro y fuera de la cancha.
Beatriz Roca – Themoove